Hay cosas que a veces decimos sin pensar. O sí que lo pensamos pero estamos tan quemados cone el mundo entero que la tomamos con todos y cualquiera.
Y muchas veces, nos equivocamos.
Muchas veces he dicho cosas simplemente por enfado del momento, por tomarla con todo el mundo y he metido la pata.
Soy de las que pìensa que no hay que callarse lo que uno piensa, que no hay que ser hipócritas pero hay veces que lo dices sin realmente sentir lo que has dicho.
Y para eso, pues es mejor que te calles.
Muchas veces tendría que haberme callado. Y por eso, lo siento.
Porque ahora me doy cuenta de que las palabras no son ligeras. Son muy poderosas. Y no hay que usarlas en vano.
Hay que ponerle huevos y decir la verdad. Aunque haya pasado tiempo. Hay que ser sinceros.
no lo sientas, di lo que piensas y así tendrás menos problemas a la larga.
Sinceridad y expresar lo que sientes es loable, pero mejor hacerlo en el momento adecuado y con mesura en las palabras, porque muchas veces, sin quererlo, puedes acabar hiriendo a la persona que menos culpa tiene.
Acabo de descubrir ésta bitácora tuya, y estoy bastante seguro de saber quien eres, pues te conocí hace unos años y me iniciaste un poco en éste mundo.
Y para rematar leo ésta entrada... Gracias a ella no he podido guardar silencio.
Siento haber sido un niñato tan impertinente y molesto, no llegué a comprender nada y veía el mundo tan sólo con ojos escapistas, soñolientos y poco desarrollados.
Espero no ofenderte con éste comentario y espero no haberme equivocado de persona.
Un saludo y buena suerte con todo.
Creo que sé quién eres.
La vida sigue.