Mi padre es muy mono.
Tiene su mala leche (vaya que si la tiene) pero a pesar de ello le queremos.
Y es que como ya sabéis, los franceses son unos bárbaros. Queman coches y contenedores todos los días. Es tan normal que cuando caba un año y empieza otro dicen: "Este años sólo se han quemado dos mil coches comparado con los dos mil quinientos el año pasado".
Si es que quemar dos mil coches es totalmente normal.
Bueno, lo dicho. Bárbaros. Parece que ahora su nueva moda es empujar a gente abajo del anden del metro cuando éste está llegando.
Y claro, mi padre es muy mono porque me llama sólo para decirme que las modas son contagiosas y que no me ponga en primera línea en el anden. Que me lleve cuidado porque cualquier chalado puede empujarme y yo palmarla.
Y sólo me llama para eso. Y me vuelve a repetir que tenga cuidado y que me ponga detrás. Que en este mucho hay mucho loco y que es injusto, pero que es así.
Ay, detesto la semana santa.
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