Memories son tres cortos de Katsuhiro Otomo que mi profesor de alternativas en 1º de Bachillerato me dejó diciéndome: "Vas a flipar".
Me encantaron los tres cortos y el que más, Carne de Cañón. Al hablarlo luego con mi profe (que me encantaba, por cierto) coincidimos en cuál era el más. Su comentario fue más o menos así: "Sí, tía, cómo lanzan bombas a un enemigo invisible y quizás no existente. Es la hostia de concepto. Nos pasa a nosotros también."
Estuvimos toda la clase hablando de los cortos y de otras cosas, como todas las clases a las que asistía. Asistía porque no podía no ir (bus y demás) pero también porque me encantaba hablar con él de lo que fuera.
Recuerdo que al principio no hablaba más que para decir: "¿Pa' qué venís? Si no paso lista..." y que cuando hablé con él era con mi otro profesor molón, A (JC, no te preocupes, tú también eres un profesor molón) y fue entonces cuando me di cuenta de que le molaban cosas como a mí. A, él, JC y yo éramos los freaks. Y yo la más por ser alumna..
Total, que en una clase, estábamos solos y le dije: "¿Sabes qué he echo este fin de semana? He visto Pulp Fiction cuatro veces".
Era cierto.
"¿En serio, tía? ¿Te gusta Pulp Fiction? Es la polla blablabla"
Nos tiramos toda la clase hablando de pelis (él me hizo descubrir Little Miss Sunshine, por ejemplo) y repitiendo diálogos de Pulp Fiction.
Cuando fue a Sitges (después de una serie de insultos tales que "villano" por mi parte) me trajo un horario de estos. ¡Más majo, el hombre!
Me caía de puta madre ese hombre. Pero no he vuelto a saber nada de él. Una pena. Era divertido hablar con él.
El lunes en sociología, quedé guay gracias a él y Memories.
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