Te espero leyendo. Es nuestra segunda cita y hemos decidido quedar a desayunar; para empezar bien el día.
Estoy de espaldas a la puerta, el local está lleno, se oye de fondo Hit the Road Jack; detrás de las voces que se expresan en varios idiomas.
Me encuentro leyendo The Call of the Wild. Es uno de mis libros preferidos, lo he leído una docena de veces. La primera edición que pasó por mis manos está tan desgastada que compré otra que contenía White Fang junto con éste.
En el momento que tus suaves manos rozan mi cuello Buck se está peleando con Spitzer. Me besas en la mejilla y te sientas frente a mí. Termino el párrafo y levanto los ojos. Me esperas con una sonrisa.
- ¿Qué tal dormiste?
- Tuve una pesadilla horrible. Perdía mi tren y mi maleta. Algo muy estresante. Luego aparecían arañas. En fin, que he descansado poco.
- Aquí tienes un zumo de naranja, los californianos creen firmemente que quita las preocupaciones.
- A ver si me quita las arañas de la cabeza. Bebo un sorbo. Viva California.
Te ríes. Te rozo la mano para agradecerte el detalle. Sólo nos hemos visto una vez pero tienes la capacidad de hacerme sentir en total confianza. Sé que estoy a salvo contigo. Y eso es raro. ¿Quién tiene este super poder? ¿Está expandido? Espero que no.
La combinación de tu sonrisa y el zumo de naranja hace que empiece el día estupendamente. ¿Y eso a quién no le hace olvidar noches malas?
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