No, no he vuelto a desaparecer. Que no cunda el pánico.
Niños, hoy os voy a hablar de ser anónimo.
Echo de menos ser anónima. No siempre, pero de vez en cuando sí.
Yo dejé de ser anónima hace mucho tiempo. Hace mucho tiempo dejé de tenerle miedo a decir lo que pienso y que se me pudiera identificar. Hace tiempo que dejé de identificarme con un pseudónimo y que empecé a usar mi nombre y apellido.
Esto conlleva ventajas y desventajas. La ventaja es que ya no tengo miedo. Digo lo que pienso sobre lo que sea o quién sea y me da muy igual quién lo lea, cómo lo interprete; etc. La ventaja es que la gente me identifica con nombre y apellido y sabe quién soy, lo que pienso (al menos en una pequeña medida).
La desventaja es que algunas veces, algunas cosas, sí que no puedo decirlas. Porque son tremendamente privadas o tremendamente embarazosas para otra persona. En esos momentos echo de menos esa anonimidad de poder decir lo que yo quisiera sin que se sepa de qué hablo, o incluso si es cierto o no. Those were the days.
Pese a que últimamente echo de menos un sitio donde contar cosas sin que nadie sepa quién soy, no me arrepiento de haber dado ese salto hacia la luz.
Siempre te puedes crear un Alt para expresar lo que necesites líbremente :)
Nah, I'm over anonimity.
Supongo que cuanto más insociable es alguien en la calle más dificultades tiene también para dar la cara en la red, mientras que mostrarte con nombres y apellidos puede ser sinónimo de seguridad y de transparencia casi totales.
Se puede tener un blog o un Facebook privado, para unos pocos. Pero no ser anónima y tener un blog público es no importarte que alguien más te lea y te identifique. Alguien que no necesariamente tiene por qué tratarse de un amigo ni de un conocido.
En el lector eventual genera un plus de credibilidad el hecho de estar leyendo a alguien identificable. Poder poner rostro, edad o profesión a una autora hace más sencillo que alguien se moleste en leerla y que pueda llegar a sentir cierta conexión empática.
Para que alguien elija el anonimato puede ifluir, claro está, el querer evitar grandes desventajas como la expuesta por la autora. Porque a ver, si nadie te conoce puedes exponer lo que quieras y ni tú ni terceras personas vais a quedar nunca en evidencia.
Y lo siento, no puedo resistirme a mencionar a esa especie de troll de las cavernas que siempre se ampara en el anonimato para llamar la atención. Es normal que éstos no den nunca la cara, puesto que no suelen basarse en opiniones propias sino que plasman cualquier otra capaz de generar desasosiego en determinados ambientes.
Un saludo anónimo.
Yo siempre he sido algo insociable; y lo era más cuando usaba el anonimato en la red, la verdad.
Mi facebook es completamente público, no tengo ningún miedo. Y sí, entiendo que cuando no eres un autor anónimo, la gente te "entienda" más (comillas muy grandes).
Por otra parte, hablando de anonimato y esas cosas, ¿cuál es la pulsión que te obliga a ti a ser comentarista anónimo? ¿Acaso te conozco y no quieres que sepa quién eres? ¿o hay algo más? Tengo curiosidad ;)
Perdón por tardar un poco, no sabía qué decir.
Y sí, tus dos últimas preguntas contestan a la primera y casi podrían considerarse retóricas. He llamado un poco la atención por ser el único anónimo y comprendo tu curiosidad. Algún día debería redactar algún tipo de explicación racional y enviártela al gmail.
Pues cuando quieras; se ve que ya tienes mi dirección ;)
No tardes mucho o se pierde la intringulis :P
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