Como muchos sabréis, me he ido de vacaciones. Así que procedo a contarlo.
Todo empezó con un viaje en tren de 4 horas y media con un camionero que me invitaba a su casa. Siguió con mi padre diciéndome que anulara todo que nos íbamos ese día y no al siguiente. Así que me quedé sin ver a mis amigotes y Avatar e Inagotable se quedó sin ver un vídeo monísimo de Tiramisú (ñañañaña).
Yo no había comido y me zampé todos los sandwiches que había hecho mi madre para la cena, pero me lo perdonaron. Allá por las nueve o diez de la noche, en una carreterita de campo y con un coche viniendo en frente (en su lado, claro) atropellamos a un jabalí (bastante grandecito). Fue una línea de casualidades que provocaron esto: mi padre no veía bien por los faros del que íbamos a cruzar, había un perro en el lado de la carretera contrario a por donde vino el jabalí, era de noche y más cosas que no recuerdo. Total, que el coche salió volando y menos mal que mi padre pudo controlarlo y no nos salimos de la carretera. (Aquí algunos se habrán esperado que la historia acabara con un "estuve en el hospital y no tuve vacaciones". ¡Pues no!)
El coche en un estado bastante inaceptable. La dirección torcida, el faro ya no iluminaba bien (frase de mi padre: "Con este faro ilumino a las margaritas") y el coche sonaba como una vieja cacerola (también mi padre dixit). Pero seguimos el viaje. Mi padre se fumó sus últimos cigarros y mi madre estaba muy nerviosa. Yo tenía un resfriado de aúpa (¿lleva tilde esta palabra? Gracias Rosillo. Todo arreglao'). Pero llegamos a nuestro destino.
Estaba todo nevado. Y las carreteras españolas estaban en mejor estado que las francesas. Llegamos a las 3 de la madrugada. Estábamos cansadísimos. Y comimos galletas de la vecina alemana (no había nada más). A la mañana siguiente (es decir, horas más tarde) ya teníamos que levantarnos para ir a por mi hermana a la estación.
No esquiamos mucho por mal tiempo y yo me lesioné el primer día de esquí (que fue el quinto o sexto día de estar allí) así que nos dedicamos a instalar electrodomésticos, jugar a la Wii y reír sin parar.
Con mis padres es un sin parar de reír. Pasan cosas curiosas cuando nos juntamos. Me llevo de maravilla con ellos y sí, puede ser raro pero a mí me encanta llevarme tan bien.
Conversación real:
- ¿Qué vas a hacer estas fiestas?
- Nada, estar con mis padres.
- Qué aburrido, tía.
- Uy, no has estado tú con mis padres.
Y es que es cierto, es un sin parar. Nos habremos tirado horas y horas riéndonos sin poder dejar de hacerlo.
Aprendí a cortar madera con la hacha esa grande. ¡Y no me pasó nada! Y también aprendí a bailar el Rock n' Roll con mi madre.
Mi padre y yo hicimos carreras de tortugas. Os explico, es muy fácil y podéis hacerlo en casa. Primero, debéis comprar mandarinas que estén envueltas en papel, segundo, preparáis la carrocería. Podéis darle cualquier forma pero recordad que tiene que ser lo más aerodinámico posible. Tercero, ¡a rodar! La distancia es cualquiera y sólo hay dos reglas: no se debe caer la carrocería y no debe dar la voltereta (aunque el papel siga encima de la mandarina).
He pintado mi habitación en morado y gris molón. Ha quedado guay. Ahora sólo faltan chapas metálicas con grupos de música y tal.
El 5 se supone que ya tenía que volver a Madrid con mi gata pero Easyjet anularon mi vuelo por cansancio. Jurado. Habían tenido muchos retrasos así que habían trabajado más y era reposo forzado.
El día antes de irme fuimos a un restaurante. Y estaba todo bueno hasta llegar a la crêpe de mermelada de frambuesa flambeada al ron (miam!). En efecto, la crêpe tenía una pinta de puta madre pero no llegué a probarla realmente porque al primer bocado sentí algo duro y que pinchaba. Lo saco de mi boca con sutileza y veo que es un pedazo de cacho de cristal. Escupo todo (también con sutleza y elegancia) y reclamamos, evidentemente.
Me llego a tragar eso y la palmo.
So anyway... Vuelvo al pueblecito y sigo con lo mío. El 8, próximo vuelo, vuelvo a hacer las maletas, volvemos a ir al aeropuerto y paf! ¡dos horas y cuarto de retraso! Pero llegué. Y aquí estoy.
Este es el post más largo de este blog y probablemente del otro que tuve.
Still loving you, V ;)